Durante el mes de mayo el cauce de los ríos ha bajado. Ello permite que afloren las tierras para sembrar las semillas que han sido adquiridas con nuestras donaciones. El equipo compuesto por un veterinario, una enfermera, un técnico agrícola y una religiosa van llevando material necesario e imparten charlas a todas aquellas personas que se interesan por el proyecto.
El porcentaje de personas que participan en los cursillos «teóricos» y en las clases «prácticas» cada vez es más elevado y ello es recibido con alegría por el grupo organizador de las salidas y también por las comunidades.